En San Pedro Soteapan... todas las noches se paseaban por la calle principal dos borrachitos que eran muy amigos. Un día de tantos qu...
En San Pedro Soteapan... todas las noches se paseaban por la calle principal dos
borrachitos que eran muy amigos.
Un día de tantos que andaban en la parranda, cuando iban por la calle canta y canta con su botellita en la mano, se llevaron una sorpresa:
Por ahí, cerca de la plaza, de repente vieron una mujer bonita vestida con un traje blanco. Tenía sus cabellos muy largos y negros.
Los borrachitos la siguieron; le hablaban y le hablaban y le decían que se volviera pero ella no les hacía caso. En una de esas, la mujer se volvió y se quedaron como piedras del susto; aquella mujer que por detrás se veía tan bonita, tenía la cara de caballo.
Desde entonces ya nunca anduvieron de trasnochados...
La leyenda: Hay una historia que sucedió en el rio. Por rumbo al puente de amaca vieja, caminaba un señor cuando vio que en el una mujer de pelo negro, muy hermoso y con vestido blanco que se estaba bañando. El hombre le dijo: "¡Ay chula, ¿no quiere que yo la bañe?” Entonces, la mujer dejó de bañarse y sin mostrarle el rostro empezó a llamarlo. Halagado, el enamorado la siguió...
Tras el forcejeo de unos minutos, él recordó que tenía una medallita colgando del cuello. Se la puso en la boca, la mordió y rezó. La mujer al verla grito y se lanzó al barranco. En ese momento él comprendió que esa mujer era la Siguanaba.
Él corrió a su casa asustado. Al día siguiente notó que su rostro y brazos estaban arañados.
Cuenta la señora carmela, que cuando su esposo trabajaba en la milpal, una tarde que regresaba con su compadre Juan, olvidó su lámpara en el rio donde descansaron un rato. Se acordó de ella ya casi de noche y salió a buscarla; en los alrededores
estaba oscuro, solitario y soplaba un viento frío.
El señor buscaba la lámpara cuando, de pronto, vio a una muchacha de cabello muy largo caminando frente a él; llevaba la cara cubierta, pero tenía unas piernas tan bonitas que al hombre se le olvidó que estaba en horas de trabajo y fue tras ella. Le extrañaba que una mujer anduviera sola a esa hora y quiso saber quién era, pero no lograba alcanzarla.
El señor corrió hasta llegar a su casa. Cuando se le pasó el susto, dudó de lo que había visto y hasta llegó a pensar que era un sueño, pero al platicarlo, más de dos personas dijeron haber visto antes a esa extraña mujer.
Un día de tantos que andaban en la parranda, cuando iban por la calle canta y canta con su botellita en la mano, se llevaron una sorpresa:
Por ahí, cerca de la plaza, de repente vieron una mujer bonita vestida con un traje blanco. Tenía sus cabellos muy largos y negros.
Los borrachitos la siguieron; le hablaban y le hablaban y le decían que se volviera pero ella no les hacía caso. En una de esas, la mujer se volvió y se quedaron como piedras del susto; aquella mujer que por detrás se veía tan bonita, tenía la cara de caballo.
Desde entonces ya nunca anduvieron de trasnochados...
LA SIGUANABA: Es una mujer vestida de blanco y larga cabellera negra que
aparece por los ríos y las veredas solitarias. Se hace seguir, por los hombres
que trasnochan buscando aventuras nocturnas, sin dejarse ver el rostro. Luego
los pierde en los barrancos, tras haberles mostrado su cara de caballo.
La leyenda: Hay una historia que sucedió en el rio. Por rumbo al puente de amaca vieja, caminaba un señor cuando vio que en el una mujer de pelo negro, muy hermoso y con vestido blanco que se estaba bañando. El hombre le dijo: "¡Ay chula, ¿no quiere que yo la bañe?” Entonces, la mujer dejó de bañarse y sin mostrarle el rostro empezó a llamarlo. Halagado, el enamorado la siguió...
Caminaron
muchas cuadras, él sin poderla alcanzar, y sin darse cuenta llegaron al
cementerio. Ya adentro se acercó la mujer y llevándolo sobre sus huellas se da
vuelta. Entonces aquel hombre pudo observar el rostro que parecía un caballo.
Ésta se abalanzó sobre él para tratar de llevárselo y enterrarlo en los
barrancos.
Tras el forcejeo de unos minutos, él recordó que tenía una medallita colgando del cuello. Se la puso en la boca, la mordió y rezó. La mujer al verla grito y se lanzó al barranco. En ese momento él comprendió que esa mujer era la Siguanaba.
Él corrió a su casa asustado. Al día siguiente notó que su rostro y brazos estaban arañados.
El señor buscaba la lámpara cuando, de pronto, vio a una muchacha de cabello muy largo caminando frente a él; llevaba la cara cubierta, pero tenía unas piernas tan bonitas que al hombre se le olvidó que estaba en horas de trabajo y fue tras ella. Le extrañaba que una mujer anduviera sola a esa hora y quiso saber quién era, pero no lograba alcanzarla.
El señor
creyó que iba a reclamarle que la estuviera siguiendo, pero no fue así.
Lentamente se descubrió el rostro y volteó; el hombre esperaba ver una cara muy
bella, pero en cambio, se dio cuenta que la mujer tenía cara de caballo. Se
impresionó tanto que cerró los ojos y comenzó a rezar; al momento la mujer
desapareció.
El señor corrió hasta llegar a su casa. Cuando se le pasó el susto, dudó de lo que había visto y hasta llegó a pensar que era un sueño, pero al platicarlo, más de dos personas dijeron haber visto antes a esa extraña mujer.
Espero les haya gustado y si tienen algun cuento o leyenda para contarla con nosotros compartela en nuestras redes sociales.
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